Actualmente los clientes están mucho más informados de lo que era hace un par de años, por lo que sus exigencias requieren de mayores garantías que resguarden sus datos y estén protegidos contra ataques cibernéticos. Es por esto que un 42% de las empresas chilenas aumentarán sus inversiones en seguridad de datos para ganar la confianza de sus clientes.
Alberto Arellano, Gerente de Telecomunicaciones de IDC para América Latina, mencionó que el 62% de las organizaciones chilenas sostienen que la seguridad informática es una prioridad estratégica, además, ayuda con cumplir regulaciones que aumentan la confianza de los clientes y además adquieren una distinción frente a sus competidores.
Según la investigación de Future of Trust de IDC, el 29% de las organizaciones latinoamericanas sostienen que su arquitectura de seguridad TI actual les impide avanzar en la implementación de un programa de confianza digital el cual retenga a sus clientes, y es que las empresas están siendo más vulneradas en áreas que anteriormente no se había pensado proteger.
Hay que tener un punto claro sobre la ciberseguridad, pues el hecho que las empresas migren a la nube no implica que no se deban tomar medidas propias adicionales para proteger sus datos, pues es una responsabilidad en conjunto. Cuando las empresas almacenan datos on-premise, son responsables de toda la seguridad de los mismos, desde las aplicaciones hasta la identidad, sistemas operativos, virtualización, redes e infraestructura.
Ahora bien, a pesar de que las empresas contraten servicios virtuales tales como los software y plataformas de servicio, el proveedor de servicios se encargará de la seguridad de la infraestructura, virtualización y la red. No obstante, el cliente seguirá siendo el responsable de las capas de seguridad del sistema operativo y, en el caso del software como servicio, el cliente será el responsable de los datos y la identidad.
Para adaptarse a este nuevo escenario de ciberseguridad, algunas de las recomendaciones de la IDC son que las empresas debieran tener un acceso seguro definido por un software el cual les permita configurar necesidades de seguridad que se adapte a los nuevos entornos de trabajos remotos e híbridos. Por otro lado, adoptar diferentes soluciones de seguridad que se adapten al entorno en el que trabajan, como el pasar de una extensión de red privada virtual (VPN) a un entorno de teletrabajo con dispositivos no reconocidos y redes Wi-Fi inseguras que podrían comprometer la seguridad informática corporativa, y por último, que las organizaciones contraten consultores que ayuden con las nuevas normativas de gestión de ciberseguridad.
En GlobalData estamos dispuestos y comprometidos con ayudar a las organizaciones a mejorar sus estrategias en ciberseguridad, te invitamos a que conozcas nuestros proyectos en seguridad electrónica y estés preparado ante un posible ciberataque.